En su intento por enfangar todo, IU volvió a atacar al Gobierno local hace unos días por el traslado a otras dependencias de la empresa Aqualia en Bonanza. Algo tan simple fue objeto de la crítica feroz de Carmen Álvarez, que emplea su muy bien pagado tiempo en criticar por criticar.
Hoy se han abierto las nuevas dependencias de Aqualia en Bonanza, en la calle Botavara, donde seguirá prestando servicio a los vecinos desde La Algaida a la Barriada Andalucía.
A buen seguro que la concejala rica de IU dirá que la apertura de la oficina es gracias a ella porque hace dos días preguntó, haciendo gala de un mal oportunismo político que ya hemos conocido en esta ciudad con otros partidos que terminaron por extinguirse.
La señora Álvarez debe saber que los cambios, la instalación de señales de tráfico y cualquier otra iniciativa no se hacen de un día para otro, sino que son fruto de muchas gestiones y de tiempo. Hacer como que se interesa por ellas cuando ya se sabe que se van a culminar esas gestiones no le sirve para apuntarse el tanto.
La demostrada falta de conocimiento y de preparación, su mitomanía, el empleo de su carísimo tiempo en nimiedades y su mal utilizado oportunismo hacen de Carmen Álvarez una política de pacotilla -de churretes, diría ella en su fluido lenguaje-, que Sanlúcar no se merece.
Sanlúcar de Barrameda, 20 de abril de 2021